jueves, 12 de abril de 2007

Mayo 12 de 1979. (Extracto del texto "El Informe Tókarev" de Salvatore Puledda)





Despierta Yuri, dijo claramente Irina mientras su cálido cuerpo se extendió sobre él. Movió la cabeza del hombre delicadamente: primero hacia un lado, luego hacia otro. Entonces, cuando los ojos de Yuri se abrieron, Irina le sonrió. Lo besó largamente y abandonó la cama.«...Pero no será posible hasta que el amor de una india le caliente su enorme corazón de hielo», recordó el profesor. Había soñado con un viejo en un remoto lugar a 33° latitud Sur, 70° longitud Oeste desde el meridiano de Greenwich. Había soñado con seres que no existían: Vergara, Tensing, Igor. Se incorporó y vio la luz primaveral de Moscú entrar por la ventana del cuarto.Irina preguntó, ¿que día es hoy?Doce de mayo, sábado respondió ella, desde la planta baja.Llamaron a la puerta. Luego se escucharon unas risas y un hombre charló animadamente con Irina. Después ella gritó:Yuri, te espera Grigori. Baja, les he dejado el desayuno. Vuelvo en una hora.Cuando los dos hombres se encontraron en la salita, Grigori tomaba té con manifiesta satisfacción. El profesor lo saludó con una silenciosa inclinación y fue a sentarse a su lado.Y bien, saldrás de aquí e irás a esta dirección dijo el anciano mientras extendía una tarjeta escrita. En dos horas te encontraré allí. Dos horas justas, Yuri. No puede haber impuntualidades. Se trata de una reunión en dependencias del Ministerio de Defensa.El profesor sintió corno si un puñetazo le hubiese dado en el rostro. ¿Qué esta pasando? preguntó vacilantemente.Eh, muchacho... ¿A qué viene esa cara de susto? observó Grigori mientras reía. Hemos formado un comité y necesitamos tu activa participación.Se trata del artículo que escribí en la revista, ¿no es así, Grigori?En parte, solo en parte replicó el anciano, clavando sus ojos en los del profesor.Habían quedado en silencio. Yuri dejo su asiento. Caminó unos pasos y se detuvo frente a la ventana mirando la acera. Luego inquirió:Grigori, ¿cómo es que no encontraron nada en la expedición al monte Ararat?OH, muchacho, yo encontré posado en su cumbre a un cohete de otra época... Era el antiguo vehículo recordado como «Arca de Noé». Un profesor de religiones comparadas debería saber que allí quedo. Descendió luego del Diluvio Universal. Gracias a la cordura de un hombre a quien le revelaron el futuro, todo pudo comenzar de nuevo.¿Y cómo es que nadie más lo vio? dijo Yuri sin apartar la vista de la ventana.El arca es mental afirmo el anciano.Y mientras la frase iba resonando como un eco en sus oídos, Yuri fue descubriendo quien era realmente Grigori. Entonces volvió cerca de aquel, que seguía con su té placidamente.Maestro dijo el profesor, el lanzamiento será en la década de los ochenta, ¿no es así?Así es, muchacho. Pero nadie podrá ayudarnos a menos que logremos cambiar algunas cosas en la mente de los hombres.Maestro, en mi sueño terminaba huyendo y por eso caía a un precipicio. No tenía tiempo de pasar un informe a otros y ellos no podían hacer nada.Ya ves dijo Grigori. Si hubieras curado tu tendencia paranoide, eso no tendría por que haber ocurrido. Tú naciste en plena guerra. Eras muy niño cuando las balas silbaban alrededor. Pero si ya has cambiado eso en ti y si conoces el futuro, podrás provocar una modificación en el esquema general de los acontecimientos.El anciano se había puesto en pie y ahora, frente a Yuri, declaró: Estamos atrayendo hacia un punto a unas pocas personas. Luego las colocaremos dentro de nuestra arca, proyectándolas al futuro. Entonces verán la explosión antes de tiempo. Al regresar, comprenderán que pueden cambiar ciertas tendencias y comenzarán a trabajar juntas...Yuri escuchaba al guardián de la montaña, mientras le parecía reconocer cada una de sus palabras....¿Sabes, muchacho? concluyó el anciano ya otras veces en la Historia, hemos provocado un pequeño desvió. Pequeño, pero suficiente para evitar la catástrofe.












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